Te acepto tal y como eres. No quiero cambiarte; me encantas así como eres, pero si quiero que crezcas y seas mejor cada día. Quiero que alcances tus sueños. Quiero verte brillar y estar ahí contigo, en las buenas y en las malas. Te respeto, confió en ti y te admiro por la gran persona que eres. No pienso rendirme cuando se nos presenten retos; estoy segura de que lo nuestro vale la pena. Estaré ahí para ti, siempre; tal vez llegue tarde algún día, pero te aseguro... llegaré.