Si para recobrar lo recobrado, fue necesario perder lo perdido. Si para conseguir lo conseguido, tuve que soportar lo soportado. Si para estar ahora enamorado, fue menester haber estado herido. Tengo por bien sufrido lo sufrido, tengo por bien llorado lo llorado. Porque después de todo he comprobado, que no se goza bien de lo gozado, sino después de haberlo padecido. Porque después de todo he comprendido, que lo que el árbol tiene de florido, vive de lo que tiene sepultado.