“Más que hacerte una invitación para salir a cenar esta noche, quisiera que me concedieras el placer de tu presencia, el placer de poder contemplar tu mirada, el placer de poder mirar la forma de tus manos mientras tomas un cubierto para tomar tu cena y la forma de tus dedos para tomar la copa y hacer un brindis, es que eres tan hermosa que no necesitaría nada más sino que me aceptaras ese pequeño espacio”.