Una mujer blanca, de 51 años, en el avión le toco un asiento al lado de un hombre negro. Obviamente, enojada por esto, la señora llamo a la azafata. -Señora, ¿cual es el problema? - preguntó la azafata. -Obviamente, no lo ve. - dijo la señora - Me han sentado al lado de un hombre negro. No estoy de acuerdo en sentarme al lado de un persona perteneciente a un grupo repugnante, deme otro asiento. -Cálmese - dijo la azafata - Todos lo asientos en este avión están ocupados, pero veré si hay alguno libre por ahí. La azafata se fue y después volvió diciendo: - Señora, hablé con el capitán. Él me dijo que no hay asientos libre en la clase turista, pero que hay un asiento en la primera clase. Antes de que la señora pudiera decir algo, la azafata continuo: - Generalmente la compañía no deja que gente de la clase económica pase a primera clase. Pero, dadas las circunstancias, el capitán siente que sería escandaloso hacer que alguien se siente al lado de una persona repugnante. Luego, la azafata le dijo al hombre negro: - Por lo tanto, señor, si usted le gustaría, por favor agarre sus cosas y vaya a primera clase.