Ya no quiero jugar videojuegos, ni estar con mis amigos, ni escuchar música de ahora. Quiero volver, volver a la buena música, a las tardes con amigos sin vicios, riéndonos o viendo la tele. Y si eso no se puede hacer quiero crear mi mundo, irme lejos y protegerme de la falsedad y la manipulación, dos conceptos cada vez más presentes en mi entorno