Nadie es eterno en el mundo ni teniendo un buen corazon.
Si con el tiempo no queda ni la tumba ni la cruz.
Cuando ustedes me esten despidiendo no me lloren que nadie es eterno.
Nadie vuelve del sueño profundo.
Sufrirás, llorarás mientras te acostumbras.
Después te resignarás cuando ya no me vuelvas a ver.