Ningún jefe se va a morir por ti.
Si te mueres, mañana
buscan a otro empleado.
Tú haz bien tu trabajo
pero no te desvivas por él.
Puedes poner todo tu corazón en el trabajo
y tu jefe decidir no reconocerlo.
Si te vas a sacrificar,
que sea por tu familia,
por tus metas y tu felicidad.