Cómo se puede querer tanto una cosa tan chica, la adoro y me adora y el solo hecho de pensar que un día llegué y vaya a buscarme y no me encuentre me parte el alma. Verla sonreír es como ver la bondad y lo bueno del ser humano. Es como casi hija para mí y pensar en dejarla es duro muy muy duro pues se crió en mis brazos y nos adoramos mutuamente.
Amar duele pero que hermoso y único es poder sentir así. Cambias por dentro y sientes ese instinto de protección y de cuidar. Y es una fortuna poder haberlo vivido. Jamás tendré mayor fortuna, regalo o suerte que haber nacido con la suerte de tener esta familia y de poder haber vivido a su lado tantos momentos y los que faltan y eso jamás lo borrará nada, ni distancias ni tiempos.